La cafetera italiana consta de dos cuerpos que se enroscan en su parte central. En la parte inferior se introduce el agua, a continuación se sitúa el depósito para café molido y, en la parte superior, se almacena la infusión resultante.
Para preparar el café, la parte inferior se pone en contacto con una fuente de calor hasta que el agua entra en ebullición. La presión hace que el agua pase a través del depósito de café molido y llegue a la parte superior, donde se deposita el café.
Este es el tipo de cafetera más común en los hogares por su fácil almacenaje y limpieza. Es una cafetera sencilla, económica, resistente y muy cómoda para preparar una buena cantidad de café espresso de una sola vez.