Este tipo de cafetera se compone de un émbolo que se desliza a través de un cilindro de cristal o plástico, que suele tener un asa para poder verter el contenido de su interior a una taza.
Permite elaborar el café de forma rápida y muy sencilla. Se introduce agua muy caliente en el cilindro e inmediatamente después se añade el café con un molido bastante grueso. A continuación se deja reposar la mezcla entre 4 y 10 minutos en función del gusto y después se empuja el émbolo hacia abajo, de manera que el café molido es arrastrado hasta el fondo mientras que el café preparado queda en la parte superior.
El resultado es una infusión limpia y más fuerte que los cafés preparados con otras cafeteras.